Me siento exultante, y no porque ganara España, sino porque he subido un peldañito más en mi carrera profesional. La bruma y el esoterismo que envuelve a la ciencia se disuelve poco a poco y la compresión comienza a tomar forma en mi humilde mente.
Me siento pletórica porque ayer realicé mi examen de DEA, que aunque dicen que es un trámite, es un paso importante en la vida académica...
Hoy la vida deslumbra, todo a causa de que la presión se desvaneció y he salido airosa. Lo que hace la mente, ...
viernes, 27 de junio de 2008
miércoles, 25 de junio de 2008
Nerviosismo
El día D se acerca, tatatachán. La hora H es de las peores, pero al menos a las 14 pm ya se habrá acabado, tatatachán. Es ahora cuando las palmas se humedecen, las bocas se secan y las manos tiemblan en espasmos bastante similares a los de Parkinson. Sólo deseo que la voz no tiemble y la cabeza se mantenga fría y serena para afrontar el desafío.
Mañana os cuento que el desenlace.
Mañana os cuento que el desenlace.
sábado, 21 de junio de 2008
Prisionera de la libertad.
Tus manos
sobre mis caderas
firmes, sin vacilar.
Mis labios se despegaron
gesto de sorpresa, señal de conformidad.
Tus ojos me ataron
con cuerdas de viento,
amarradas al mar.
Prisionera en tu abrazo,
cautiva de tu aliento,
mi alma pudo volar.
Libertad amarga
dulce libertad.
Cuanto más fuerte me agarras,
más alto puedo saltar.
Libertad amarga
dulce libertad.
No me sueltes todavía,
tengo mucho que soñar.
miércoles, 18 de junio de 2008
como la vida
Ana se apresuró hacia el ascensor. La puerta estaba a punto de cerrarse. Desafortunadamente, el tacón se le enganchó en la franja vacía que separa el pasillo de la caja metálica. Tropezó y aterrizó sobre un fornido mensajero que sostenía varias cajas en precario equilibrio. La mayor de las cajas se estrelló contra el suelo acompañado de un estrepitoso concierto de cristales rompiéndose. Ana leyó fugazmente el nombre del destinatario del paquete.
-Carlos - dijo a su ayudante- anula el experimento. El material de vidrio no nos llega hoy.
-Carlos - dijo a su ayudante- anula el experimento. El material de vidrio no nos llega hoy.
lunes, 9 de junio de 2008
La historia que se esconde tras el diagnóstico laboratorial microbiológico III: El juego del ADN.
Si, todos estais de enhorabuena porque ya ha sido publicado el artículo más esperado del año: la tercera y última parte de la historia que se esconde tras el diagnóstico microbiológico...
Aquí os dejo un párrafo del comienzo, para que os pique la curiosidad y lo vayais a buscar a la biblioteca de veterinaria más cercana.
"El desarrollo que está sufriendo la biología molecular, y las técnicas que la acompañan, están permitiendo que una metodología nacida hace relativamente poco tiempo adquiera una importancia notable en el diagnóstico microbiológico, habiéndose convertido en una nueva prueba rutinaria. Es la denominada Reacción en Cadena de la Polimerasa (Polimerase Chain Reaction o PCR) y sus variantes. El origen de esta técnica hay que buscarlo en el artículo de dos páginas que James Dewey Watson y Francis Harry Compton Crick publicaron en la revista Nature en el año 1953, donde describían la estructura de doble hélice de la molécula de ácido desoxirribonucleico. Una estructura que encajaba perfectamente con la imagen cristalográfica que Rosalind Elsie Franklin obtuviera de la molécula, y con las proporciones de bases púricas y pirimidínicas observadas por Erwin Chargaff..."
Alba P., Álvarez S., García M.E., Blanco J.L. 2008. La historia que se esconde tras el diagnóstico laboratorial microbiológico III: El juego del ADN. Laboratorio veterinario Avedila 44:2-6 .
Venga... va..., por ser el último de la serie, os dejo también el penúltimo párrafo para que disfruteis:
"Si echamos la vista atrás, resulta sorprendente todo lo que ha evolucionado la metodología, los
procedimientos y los materiales desde el laboratorio de Koch, puntero en investigación microbiológica, hasta cualquiera de los laboratorios en los que se trabaja hoy en día. Si miramos hacia delante vemos que todavía queda mucho trabajo para minimizar el tiempo necesario para el diagnóstico de confirmación y para aumentar la fiabilidad del mismo. Y si volvemos a mirar atrás observamos, salvando las distancias que supone el poseer mayor tecnología, que las diferentes historias de cada descubrimiento aislado en el campo de la microbiología tienen muchos puntos en común. En todas se repiten ciertos detalles como la influencia del entorno y las vivencias personales de los protagonistas: ¿utilizaríamos hoy en día agar si Walter y Angelina Hesse no se hubieran casado? ¿Cuánto tiempo habría sido necesario para observar a los microorganismos si Anton van Leeuwenhoeck no hubiera sido tan obstinado? ¿Se habría desarrollado la PCR si Kari Mullis nunca hubiera trabajado en la empresa Cetus?"
Os vuelvo a recordar: la historia completa en Alba P., Álvarez S., García M.E., Blanco J.L. 2008. La historia que se esconde tras el diagnóstico laboratorial microbiológico III: El juego del ADN. Laboratorio veterinario Avedila 44:2-6 .
Aquí os dejo un párrafo del comienzo, para que os pique la curiosidad y lo vayais a buscar a la biblioteca de veterinaria más cercana.
"El desarrollo que está sufriendo la biología molecular, y las técnicas que la acompañan, están permitiendo que una metodología nacida hace relativamente poco tiempo adquiera una importancia notable en el diagnóstico microbiológico, habiéndose convertido en una nueva prueba rutinaria. Es la denominada Reacción en Cadena de la Polimerasa (Polimerase Chain Reaction o PCR) y sus variantes. El origen de esta técnica hay que buscarlo en el artículo de dos páginas que James Dewey Watson y Francis Harry Compton Crick publicaron en la revista Nature en el año 1953, donde describían la estructura de doble hélice de la molécula de ácido desoxirribonucleico. Una estructura que encajaba perfectamente con la imagen cristalográfica que Rosalind Elsie Franklin obtuviera de la molécula, y con las proporciones de bases púricas y pirimidínicas observadas por Erwin Chargaff..."
Alba P., Álvarez S., García M.E., Blanco J.L. 2008. La historia que se esconde tras el diagnóstico laboratorial microbiológico III: El juego del ADN. Laboratorio veterinario Avedila 44:2-6 .
Venga... va..., por ser el último de la serie, os dejo también el penúltimo párrafo para que disfruteis:
"Si echamos la vista atrás, resulta sorprendente todo lo que ha evolucionado la metodología, los
procedimientos y los materiales desde el laboratorio de Koch, puntero en investigación microbiológica, hasta cualquiera de los laboratorios en los que se trabaja hoy en día. Si miramos hacia delante vemos que todavía queda mucho trabajo para minimizar el tiempo necesario para el diagnóstico de confirmación y para aumentar la fiabilidad del mismo. Y si volvemos a mirar atrás observamos, salvando las distancias que supone el poseer mayor tecnología, que las diferentes historias de cada descubrimiento aislado en el campo de la microbiología tienen muchos puntos en común. En todas se repiten ciertos detalles como la influencia del entorno y las vivencias personales de los protagonistas: ¿utilizaríamos hoy en día agar si Walter y Angelina Hesse no se hubieran casado? ¿Cuánto tiempo habría sido necesario para observar a los microorganismos si Anton van Leeuwenhoeck no hubiera sido tan obstinado? ¿Se habría desarrollado la PCR si Kari Mullis nunca hubiera trabajado en la empresa Cetus?"
Os vuelvo a recordar: la historia completa en Alba P., Álvarez S., García M.E., Blanco J.L. 2008. La historia que se esconde tras el diagnóstico laboratorial microbiológico III: El juego del ADN. Laboratorio veterinario Avedila 44:2-6 .
jueves, 5 de junio de 2008
Recepción en el consulado
Los seguidores habituales de mis sílabas, saben que no suelo poner entradas tipo diario, pero es que esto se lo merece (al menos desde mi punto de vista). El lunes pasado me invitaron a una recepción en el consulado italiano de Madrid (bueno, a mi pareja, pero me llevó...) y fui. Pero antes de llegar a la puerta estuve todo el día pensando en que ropa ponerme, porque no estoy nada a costumbrada a ese tipo de eventos. Preguntando a unos y otros llegué a la conclusión de que algo elegante, aunque daba un poco igual si era largo o corto (porque era a las 8 de la tarde). Asi que al final me planté un vestido largo verde abierto por delante. Dicho así no parece muy bonito, pero lo era (lo es). Cuando llegamos a la puerta de entrada me arrepentí, porque parecía que los invitados iban menos arreglados, incluso había una chica en vaqueros y camiseta de algodón.
Nada más atravesar la verja que delimita los jardines del Palacio de Sta. Coloma nos ofrecieron copas de champagne (italiano, o sea, frisante). Luego atravesamos el suelo de marmol del hall principal, y nos encontramos a la derecha unas escaleras. Y al final de las escaleras nos esperaban los cónsules, el embajador y dos personas más a las que no conocía. Al llegar a su altura hubo que efectuar el rito del besamanos, tu pasas y saludas a los anfitriones "Buona sera" a la par que estrechas su mano. Si les hubiera conocido, quizá hubiera sido un saludo más efusivo, pero eran extraños para mi.
Cuando todo el mundo llegó y saludó, el coro de la escuela italiana cantó el himno de Italia. Y luego dieron varios discursos: el cónsul, el embajador, una mujer italiana premiada porque después de haber pasado muchos años en España era una figura del flamenco,... La verdad, es que no sé muy bien lo que dijeron, porque fue en italiano casi íntegramente y porque estábamos en la terraza. Una maravillosa terraza que da a la calle Agustín de Bethancourt. Allí vi a Mercedes Milá.
Tras un montón de aplausos, llegó la hora de la comida: un montón de especialidades italianas, pero una barbaridad: Prociuto de parma, otros embutidos, brochetas de marisco, raviolis, pollo, brochetas de ternera, queso (de 6 o 7 tipos, incluyendo parmesano), salmón, y dulces. Todo regado con vino blanco, rosado, tinto o agua. Lo que pude comer... Pero era impresionante como sacaban más bandejas a medida que las primeras se iban terminando...
Y luego, oh sorpresa, pusieron música estilo discoteca. Empezaron con clásicos italianos como "volare, cantare", para luego poner música actual (e incluso algo de pachangueo). Era divertido ver a la gente "tan formal" bailar y al final me animé, me uní a un grupo de italianos que no conocía de nada y allí estuve bailando con ellos.
Lo que empezó siendo aburrido y que daba un poco de vergüenza, terminó siendo una noche super-divertida. Lástima que fuese lunes, que si no...
Nada más atravesar la verja que delimita los jardines del Palacio de Sta. Coloma nos ofrecieron copas de champagne (italiano, o sea, frisante). Luego atravesamos el suelo de marmol del hall principal, y nos encontramos a la derecha unas escaleras. Y al final de las escaleras nos esperaban los cónsules, el embajador y dos personas más a las que no conocía. Al llegar a su altura hubo que efectuar el rito del besamanos, tu pasas y saludas a los anfitriones "Buona sera" a la par que estrechas su mano. Si les hubiera conocido, quizá hubiera sido un saludo más efusivo, pero eran extraños para mi.
Cuando todo el mundo llegó y saludó, el coro de la escuela italiana cantó el himno de Italia. Y luego dieron varios discursos: el cónsul, el embajador, una mujer italiana premiada porque después de haber pasado muchos años en España era una figura del flamenco,... La verdad, es que no sé muy bien lo que dijeron, porque fue en italiano casi íntegramente y porque estábamos en la terraza. Una maravillosa terraza que da a la calle Agustín de Bethancourt. Allí vi a Mercedes Milá.
Tras un montón de aplausos, llegó la hora de la comida: un montón de especialidades italianas, pero una barbaridad: Prociuto de parma, otros embutidos, brochetas de marisco, raviolis, pollo, brochetas de ternera, queso (de 6 o 7 tipos, incluyendo parmesano), salmón, y dulces. Todo regado con vino blanco, rosado, tinto o agua. Lo que pude comer... Pero era impresionante como sacaban más bandejas a medida que las primeras se iban terminando...
Y luego, oh sorpresa, pusieron música estilo discoteca. Empezaron con clásicos italianos como "volare, cantare", para luego poner música actual (e incluso algo de pachangueo). Era divertido ver a la gente "tan formal" bailar y al final me animé, me uní a un grupo de italianos que no conocía de nada y allí estuve bailando con ellos.
Lo que empezó siendo aburrido y que daba un poco de vergüenza, terminó siendo una noche super-divertida. Lástima que fuese lunes, que si no...
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