viernes, 30 de mayo de 2008

Salta al vacío

Salta al vacío - Esas fueron las últimas palabras de Mario, asi fue como se despidió de mi. Mario salió por al puerta con una bolsa en cada mano y una mochila a la espalda. No hubo beso. No hubo abrazo. No hubo palabras de amor ni de ternura.
Salta al vacío - esas fueron sus últimas palabras. Yo le miré y sólo vi su figura borrosa bajando los escalones y perdiéndose en las tinieblas de la escalera.
Hace ahora tres años que Mario se despidiera de mi. Hoy me ha llegado un e-mail suyo. Querida Catalina: ¿Cómo te ha ido la vida? Vuelvo a España, el martes. ¿Puedes acogerme en tu casa unos días? Un beso, Mario.
No, Mario, no puedo - es lo que quiero contestarle- no puedo porque salté al vacío y me estampé contra el suelo. Perdí mi casa, perdí mi coche y perdí a los pocos amigos que todavía tenía. No puedo porque vivo en una habitación compartida en un estudio de 20 metro cuadrados. No puedo porque tú saliste de mi vida y ya no cabes en ella.
Y pese a todo lo que le quiero decir, callo. No le respondo. Borro su e-mail, como si nunca me hubiera llegado. Quizá crea que he muerto o quizá piense que no pude leer el correo, pero ya no importa.
Salta al vacío - dijo, y yo salté. Llevo tres años escalando y no ahora no voy a perder pie.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Día feliz

Era una mañana más, de un día cualquiera. Era una mañana feliz, sin ningún motivo especial. Era un día nublado, pero tremendamente luminoso. Era uno de esos días en los que te levantas de un salto y piensas en comerte el mundo, o al menos un cachito. Era ese día en el que eres la más bella, la más lista, la más inteligente, la más perpicaz, la que tiene más suerte, la que atrae más miradas, y la que más seduce (porque no). Era tal día como hoy en el que parece que hay tiempo libre y las preocupaciones y agobios no son más que ligera bruma, que rodea, está presente, pero no ahoga. Por eso lo quiero celebrar con esta canción super-optimista de un cantautor llamado Lucas (tomado de http://www.lucasflim.blogspot.com/; más info en su web (si os gusta): http://www.lucasfree.es/; pongo la publi para que no se me enfade si ve que voy por ahí poniendo su música sin preguntarle).




sábado, 17 de mayo de 2008

Totalmente desmusada

Totalmente desmusada. La inspiración ha abondonado mi pluma y mi teclado. Habrá huido con algún otro amante que la trate mejor que yo.
Totalmente bloqueada. De mi pequeña mente sólo salen jirones literarios, sin conexión ni continuidad. Son cortas hebras de palabras que se deshilachan al intentar tejerlas.
Totalmente desgastada. Como si mi imaginación hubiera sido exprimida hasta extraer de ella la última gota y no me quedara ningún vocablo por utilizar. Como si las combinacciones infintas se hubiesen reducido a varias docenas que ya han sido malgastadas.
Totalmente cansada. Mi mente yerra y hace que las pocas letras que junto bailen y se recoloquen según su propia e indiscutible voluntad. Y mi cerebro en huelga es un piquete incansable que limita mis intentos de mejorar.
Totalmente callada. Pues el silencio es lo que queda cuando agotas tus palabras, cuando la mente se envara y las ideas se acurrucan en un rincón. Callo, callo y callo, dejando mi silencioso discurso por legado.

martes, 6 de mayo de 2008

Crónica doñanera

¿Qué es Doñana sin doñaneros?¿Qué son los doñaneros sin Doñana? Esta fue una de las conversaciones, de una de las sobremesas, que tuvimos los becarios en el Palacio. La conclusión: lo uno no existiría sin los otro, y viceversa.

Mi periplo por aquel paraje duró cuatro días, no voy a decir que los mejores cuatro días de mi vida, pero casi. Es increible lo que hace la sugestión, pero sólo el hecho de atravesar la barrera de entrada, con un permiso en el que ponía mi nombre, por el cual tenía autorización para recorrer la reserva de Doñana, me hizo dar un vuelco al corazón y al estómago. Fue una sensación mágica, porque era plenamente consciente de que estaba entrando en un lugar en el que muy poca gente en el mundo puede pasar (vale, exceptuando durante la romería de la Virgen del Rocío).
Dentro del parque y de la reserva, la velocidad máxima es de 40 km/h. Lo que podría parecer una lenta y agónica marcha hasta el destino se convertía en una pausa inmersión en otro mundo. Además, llegué cuando la primavera estaba en su apogeo y decenas de abejarucos volaban alrededor del coche flanqueándonos el camino (el pajarillo de la foto: abejaruco. E. Nogueras http://www.sierradebaza.org/).

Cuando llegas al Palacio ya estás en otro mundo, literalmente. Es fascinante y muy estimulante compartir mesa y habitación con investigadores de muy diversos campos. Las conversaciones podían ser de fútbol o de evolución, de la importancia de la microbiología o del uso del verbo ser en castellano, de la próxima fiesta o de cómo reconocer a una lagartija cenicienta. El Palacio es una antigua casa de campo dispuesta con lo básico para la vida: pequeñas habitaciones dobles, cuartos de baño, la cocina, la despensa y el Comedor de Biólogos. El funcionamiento es como un hostal. Las amas de llaves o guardesas limpian las habitaciones y cocinan (si previamente les has dejado los ingredientes para ello, pero eso es otra historia). Y allí la gente va para trabajar, pero no es el ambiente de una oficina o de un laboratorio, cada uno va a su ritmo, sin prisas, sin estrés, ni siquiera los que tienen que levantarse a las 5 de la madrugada para trampear. La sensación es de que no tienes obligaciones, lo que haces lo haces porque disfrutas haciéndolo o con los resultados que obtendrás de ello, porque te apetece, no porque lo tienes que hacer. De hecho, allí me levantaba a las 7 y media sin los problemas que tengo todas las mañanas en Madrid. Y el tiempo se dilata. A las 12 de la mañana ya has hecho un montón de cosas.


Como ya he comentado, la primavera estaba en pleno apogeo y era difícil no ver crias (y adultos): de gamo, cervatos, jabatos, terneros, potrillos... incluso vi tortugas terrestres...y meloncillos... Además, dos días antes había estado lloviendo sin parar por lo que las marismas estaban llenas de agua y los caminos llenos de diminutas florecillas de muchas tonalidades. El inconveniente era que también era muy frecuente encontrarse charcos en el camino, que o vadeabas o te bañabas. De hecho, el último día atravesábamos charcos con el todoterreno, y el agua nos llegaba a la altura del parabrisas, sin exagerar. Dos grupos diferentes se quedaron atascados en sendos charcos (uno si lo era, lo otro casi era el principio de una marisma), y tuvieron que ir a "rescatarlos", lo bueno es que esas historias ofrecían entretenimiento para toda la noche. (foto: duna doñanera, tomada por paa)

Nosotros particularmente sólo vivimos ligeras aventurillas. El primer día casi somos atropellados por un rebaño de vacas en estampida. Era como una escena de un documental cualquiera, en el que los animales huyen despavoridos de algo. Nosotros vimos el miedo en las vacas y su carrera descontrolada, pero no supimos identificar la causa. El resto fueron pequeñas anécdotas ligeramente "frikis" (como ducharse rodeada de hormigas a las que en teoría no puedes matar) que me hicieron sentir doñanera por unos días y que espero que contribuyeran a mantener la atmósfera especial de Doñana.