viernes, 12 de diciembre de 2008

mini-reflexión

Las montañas rusas son divertidas, emocionantes, imprevisibles, pero siempre te devuelven al punto de partida. Para avanzar, hay que coger el tren, que es previsible y anticipable, pero constante en dirección y sentido. ¿Pero quien se resiste a un chute de adrenalina de vez en cuando?

1 comentario:

mileto dijo...

A mi me encantan las montañas rusas. ¿has probado las de madera?