Hoy es el día mundial de la tierra. Hoy se supone que todos amamos mucho a nuestro planeta. Hoy vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para no contaminar, no fragmentar ecosistemas, no destruir hábitats y no forzar la evolución... o no...porque ¿Quién ha ido al trabajo en coche? ¿Quién ha usado cosméticos y/o jabones y/o perfumes? ¿Quién se ha vestido con ropa que no estrictamente de origen vegetal? ¿Quién ha cocinado? ¿Quién no ha separado perfectamente la basura? ¿Quién ha estado más de lo imprescindible navegando por internet, o con la radio o la tele encendidas? ¿Quién ha estado más de 10 minutos en la ducha? ¿Quién se ha parado a pensar que cada pequeño despilfarro que hacemos se multiplica por los millones de seres humanos que despilfarramos?
Es imposible ser 100% ecológico, a no ser que te conviertas en hyppie-hermitaño-vegetariano-crudívoro de producción propia-diurno-nudista-contemplativo (y seguro que se me olvida algo). De hecho, yo no soy ecologista-conservacionista, sólo respetuosa con mi entorno (bio-fisico-químico) porque no me gusta que se pretenda estancar la vida, que desde mi punto de vista equivale a matarla, porque si algo caracteriza a la vida es su capacidad de evolución. Ahora bien, hemos de reconocer que nos estamos pasando, que estamos forzando la maquinaria al máximo, dejandonos llevar por nuestro egoísmo de "especie superior" y vamos a acabar extinguiéndonos de puro avaros. EXTINGUIÉNDONOS. Sí, nosotros, los humanos. Es cierto que por el mismo precio, estamos aniquilando miles de especies, pero no nos engañenos, cuando el último Homo sapiens haya dejado este mundo, la vida seguirá abriéndose camino. Gaia seguirá viva hasta que el sol muera.
Quizá, si queremos seguir dominando este mundo debemos frenar un poco, permitir que los seres vivos que nos rodean y nos sustentan puedan aclimatarse a los cambios que estamos produciendo, sin que se extingan antes de "encontrar" (por evolución y/o competencia) un sustituto para su nicho. Y nosotros tenemos que aprender a convivir en nuestro ecosistema con el resto de especies, estableciendo relaciones interespecípicas que sean beneficiosas para ambos.
Por eso en el día de la Tierra, quiero apostar por la responsabilidad individual de cada uno, para que dentro de nuestras posibilidades intentemos frenar nuestro gasto desorbitante, cada uno el suyo, que multiplicado por los millones de seres humanos que somos será un respiro para mamá tierra.
miércoles, 22 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hola!
hola!
Publicar un comentario